Andrea Papi de 26 años de edad, practicaba jogging en una zona boscosa y montoñosa del pueblo de Caldes en la región de Trentino, cuando se cruzó con un oso.
Su familia solicitó ayuda ya que comenzaron a preocuparse de que no volviera y lamentablemente, estos encontraron su cuerpo con profundas heridas en el cuello, brazos y estómago, mismas que fueron ocasionadas por un animal carnívoro.
De acuerdo con la autopsia del joven, el joven intentó defenderse del oso con sus palos de senderismo.
Sin embargo, a pesar de que organizaciones pidieron sacrificar al oso, el Tribunal Administrativo Regional de Lazio dictaminó que se paralizara el sacrificio del animal.
Lucharemos hasta el final para hacer justicia a mi Andrea», ha proclamado en una carta la madre de la víctima, Franca Ghirardini, que ha confesado el «dolor inmenso».